El futuro siempre ha parecido un lugar peligroso. Para resistir el estado de ánimo apocalíptico ineludible de nuestra época, es bueno recordar que el fin del mundo ha estado con nosotros desde los comienzos de la historia humana. En el contexto bíblico Apocalipsis significa "revelación": la última revelación de la voluntad y el propósito de Dios al final de los tiempos.La catástrofe mundial ha ejercido una poderosa fascinación a lo largo de los siglos, y continúa haciéndolo en nuestro mundo más secular, como nos recuerda esta magnífica colección de figuraciones modernas del apocalipsis donde se dan cita algunos de los escritores más representativos de las letras universales: Edgar Allan Poe y H.P. Lovecraft exponen de manera devastadora esta sensación de profunda vulnerabilidad, nos sorprendemos por las obras cripticas de Steven Vincent Benét y Lord Byron; o podemos suspirar con alivio cuando el supuesto fin del mundo resulta, contra todo pronóstico, ser sola otra crisis como propone Conan Doyle. La ficción apocalíptica puede incluso enseñarnos una lección. La literatura apocalíptica, puede conjurar amenazas reales, pero también nos prepara para emergencias reales. Con más optimismo, los maravillosos textos de esta colección nos recuerdan los riesgos y temores por el porvenir, incluidos los más temidos, también son fuente de grandes relatos.
