Fernando está convencido de lo que tiene la peor suerte del mundo: murió su perro, se quedo sin escuela, lo dejo su novia, se fracturo la mano y, para colmo esta por heredar un hotel abandonado que ha pertenecido a la familia de su padre, a quien no ha visto en años y quien se encuentra muy enfermo. Como no tiene nada que perder, decide acompañar a su tía y a su primastra a Costaverde para recibir la herencia. En medio de aquel viaje, lleno de secretos, recuerdos e historias de fantasmas. Fer desarrollará una amistad que lo cambiara profundamente.