Las instituciones educativas enfrentan múltiples retos en el desempeño de sus funciones; la sociedad escudriña escrupulosamente las tareas que realizan los docentes y directivos, pero también valora los resultados que derivan de su trabajo profesional. En este sentido, el análisis de la educación desde la docencia, como columna vertebral de los procesos de enseñanza y aprendizaje que ocurren en los centros escolares, de las funciones directivas, como eje central de las tareas de dirección y coordinación para que las escuelas cumplan con sus objetivos educacionales y de los procesos de gestión y administración, como función articuladora de las acciones que se realizan al interior de las instituciones permite dar cuenta de la magnitud y complejidad que tiene este importante proceso de formación y resaltan la importancia que la educación tiene para la sociedad, dado que sigue siendo depositaria de altas expectativas para los individuos y las familias.