PATITOS FEOS LOS

PATITOS FEOS LOS

Editorial:
GEDISA MEXICANA EDITORIAL S.A.
Materia
Psicología
ISBN:
978-84-7432-926-1
Páginas:
240
Encuadernación:
Rústica
$335.00
IVA incluido

Los patitos feos transmite un mensaje de esperanza a todos los niños víctimas de la guerra, de la miseria o de su entorno más próximo. Su salvación en la desgracia se resume en una palabra: resiliencia. Le Monde Un niño herido no está condenado a convertirse en un adulto fracasado. No todo se juega antes de los tres años. No todo está ya decidido a los seis. Un niño maltratado no tiene por qué convertirse en un padre violento. Le Nouvel Obsérvateur Los patitos feos está escrito para el amigo invisible, ideal, aquel o aquella con quienes nos entendemos a la perfección. Libération Los patitos feos es un libro optimista que demuestra que ninguna herida es irreversible siempre que se pongan en su sitio los mecanismos de defensa y que se le tiendan las manos a la persona afectada. Elle Para que la fantasía, la creación artística o el don puedan sanar la herida de un niño, la sociedad adulta tiene que estar preparada para acogerlo y para acompañarlo tal como es, con sus particularidades de niño y de traumatizado. Aquí está lo moral de este generoso e inquietante ensayo: cuando se recupera el lazo social -ya veces el contacto con una sola persona es suficiente-, cuando, en esta nueva trama, el niño herido logra convertirse en alguien que da, sólo entonces el patito feo podrá transfor- marse en cisne. Le Monde María Callas, "la divina", la voz del siglo si sólo nos fuera permitido elegir una, fue una niña que languidecía abrumada por las carencias afectivas en un centro de acogida en Nueva York... Georges Brassens, un chico descarriado, debe a su profesor de bachillerato el descubrimiento de la poesía que daría una nueva salida a su rebeldía... Estos casos de resiliencia son célebres. Todos ellos fueron capaces de volver a empezar después de haber sufrido una experiencia traumática durante la infancia. Cyrulnik nos ofrece una visión alternativa y razonable optimista a las actuales teorías sobre el trauma infantil y sus efectos dañinos, incluso irreparables. A través de ejemplos de personajes famosos, y también de pacientes de su propia práctica clínica, nos muestra la existencia de un mecanismo de autoprotección que, "amortiguando" la mayoría de las veces el choque del trauma se pone en marcha desde la más tierna infancia, primero mediante el tejido de lazos afectivos, y más tarde a través de la expresión de las emociones. Debido a los fuertes vínculos con el mundo que los rodea, las niñas y los niños son sometidos a malos tratos y abusos, pueden valerse de una especie de "reserva" biopsíquica que les permite sacar fuerzas de flaqueza y esto es posible, sobre todo, si el entorno social está dispuesto a ayudarles. No es por azar que Boris Cyrulnik haya sido la primera persona en Francia en interesarse por el fenómeno de la resiliencia. Con tan solo seis años de edad consigue escapar de un campo de concentración, de donde el resto de miembros de su familia, rusos, judíos emigrantes, jamás regresaron. Empieza entonces para el joven huérfano una etapa errante por centros y familias de acogida. A los ocho años la Asistencia Pública Francesa le instala en una granja y apunto está de hacer de él un niño granjero analfabeto; pero se convierte, sin embargo, en un médico empeñado en entender sus propias ganas de vivir. Neurólogo, psiquatra y psicoanalista, Cyrulnik es uno de los fundadores de la etología humana. Profesor de la Universidad de Var en Francia y responsable de un grupo de investigación en etología clínica en el Hospital de Toulon, es autor de numerosas obras, entre ellas El encantamiento del mundo, de próxima publicación en Gedisa.

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