Esta vez Olivia está en plena crisis de identidad, su padre la consuela, “siempre serás mi princesa”, he ahí el problema, todas sus amigas quieren ser princesas y ella no se explica por qué son tan aburridas; mientras ella se esfuerza por ser diferente y original, todas quieren ser iguales. Como siempre, Olivia encontrará una divertida respuesta.