En un entorno como el actual, tan incierto y cambiante, donde la adversidad se puede presentar en cualquier momento, un manejo profesional de los riesgos se torna vital tanto para individuos como para organizaciones.
Este manejo responsable y profesional de los riesgos se ha convertido en un elemento indispensable para enfrentar con éxito aquellos acontecimientos desfavorables que se puedan presentar.
Los individuos y organizaciones mejor preparados en este campo serán los que a pesar de cualquier fenómeno adverso saldrán adelante fortalecidos y transformando dichos riesgos en oportunidades.
Esta es precisamente la principal función de la administración de riesgos con un enfoque moderno: transformar los riesgos en oportunidades.