La historia se desarrolla en el segundo milenio A. C., Atalanta fue abandonada por su padre en una cueva para que muriera (Atalanta era una hija no deseada). Artemisa la salvó enviando a una osa a alimentarla. Poco después, una banda de cazadores la encontró y la llevaron con ellos. Ellos le enseñaron a cazar y le contaron como Artemisa le salvó la vida. Atalanta hacia solemnes ofrendas a Artemisa, ya que la imaginaba como una madre distante pero fuerte y radiante. Atalanta hizo un voto de castidad a Artemisa.