La novela que vio nacer al Zurdo Mendieta, el detective sui géneris que apuntaló a Élmer Mendoza en el panorama literario internacional. Desconcertado por el recuerdo constante de la mujer que ama, el agente Edgar «el Zurdo» Mendieta acude a un psicoanalista; se le acumula el trabajo en cuanto se hace cargo del asesinato de Bruno Canizales, un prestigioso abogado con doble vida, hijo del exministro de Agricultura, al que encuentran con la cabeza perforada por una bala de plata. El teléfono del Zurdo no deja de sonar con las llamadas de su superior, que va anunciándole la aparición de nuevos cadáveres en tan solo un par de día s. ¿Qué hay detrás de todo ello? ¿Los narcos?, ¿los políticos alborotados ante las elecciones que se acercan?, ¿los miembros de la dudosa Pequeña Fraternidad Universal a la que pertenecía Canizales? La investigación, que no sin humor y adrenalina recorre antros y mansiones y mezcla reporteros y bellísimas lesbianas, destapa un intrincado ovillo de perversos i ntereses, en el que el único realmente empeñado en ir hasta el fondo, y para variar hacer justicia, es el Zurdo Mendieta. Tal vez porque ya no le queda nada que perder.