Mudanzas. Siempre tienen demasiadas complicaciones. Y son peores aún cuando son consecuencia de una separación. Cande está sufriendo con la nueva casa: su papá ya no vivirá allí y el espacio se siente ajeno, demasiado antiguo. Es tan viejo que hay una foto en blanco y negro colgada en el nuevo cuarto de Cande. Ella decide romperla pero no imagina que se va a aparecer el pequeño Coco, que le va a causar bastantes problemas.