No fue la pequeña ventaja en las armas de los invasores, ni su valor o el arrojo en la batalla, puesto que los guerreros Aztecas lo tenían sobrado:
Lo que nos venció fueron los valores de los Mesoamericanos, basados en el Honor, la Verdad y la Lealtad, y no en la mentira, la traición y la avaricia derivadas del código moral de los europeos.