«Visceral y urgente.» -Mariana Enriquez La tierra que nos vio crecer guarda nuestras huellas, pero solo Cometierra tiene el don de tragarla y saber dónde están los que nos faltan. Lo descubrió siendo pequeña, cuando comió tierra por primera vez y en una visión entendió que su padre había asesinado a su madre. Cuando en el barrio se enteran de su poder, las puertas de su casa se llenan de familias desesperadaspor saber qué pasó con sus hijas, sus hermanas, sus madres. Mientras se convierte en un canal sagrado entre los vivos y los m uertos, cada visión la sume en una espiral de vidas truncadas y de dolor ajeno que nadie podría soportar. Un don puede ser unacondena, pero entre el espanto y la rabia se abren paso el amor y la lucha por la justicia, y, tal vez, en cada puñado de tie rra ella aprenda también a sembrar un lugar para los vivos.