Anna Raimondi tuvo una profunda experiencia cuando era niña: se escondió en una pequeña gruta que alguna vez había albergado una estatua de la Virgen María y, en medio de esa paz, oyó una voz gentil y fuerte que le dijo: «Anna, estoy a tu disposición siempre. Acude siempre a mí». Ese fue el principio de la primera conversación entre ellas, a la que siguieron muchas más, recopiladas en este libro. Todas transmiten el enfático mensaje de María y su deseo de que todo el mundo lo escuche. María nos enseña importantes verdades acerca de la naturaleza inmortal del alma, la forma correcta de orar y de entregarse a Dios, así como revelaciones sobre el cielo, el infierno, el purgatorio y la reencarnación. Las conversaciones de María con Anna remiten a los sencillos mensajes de amor, perdón y paz que Dios nos legó y nos ayudan a encontrar armonía en nuestra vida diaria.
