Para Séneca la filosofía es un asunto fundamentalmente práctico, cuyo principal objetivo es el de encaminar a los hombres hacia la virtud, instruyéndoles el conocimiento de la naturaleza del mundo y de el lugar que ocupan en él para que sean capaces de dirigir sus vidas de acuerdo con la voluntad divina, a través del esfuerzo de obrar y pensar rectamente.
En sus escritos describe los beneficios de la virtud y las desventajas del vicio; en la comprensión de que todos los bienes y males de este mundo son transitorios y en que para conseguir la autosuficiencia personal se debe liberar de sus emociones y evitar hacer juicios equivocados acerca del valor de las cosas.
El tono moral de Séneca tiene una fuerte carga religiosa que lo aproximan al teísmo y que llevó a pensar en la posibilidad de, que fuera cristiano, lo cual se trató de probar a través de una supuesta correspondencia con san Pablo, que resultó ser apócrifa. Pese a ello, las enseñanzas de este gran filósofo, sin duda nos harán reflexionar profundamente sobre nuestra existencia.