Es imprescindible, analizar los Delitos contra la Seguridad de la Nación. Ningún país se puede sentir absolutamente tranquilo, si no cuenta con el marco jurídico adecuado para su defensa. Cualquier Estado sería fácil víctima de la voracidad imperialista de otras naciones, si no contara con los recursos idóneos para impedir que su soberanía estuviera en riegos. Desde que se conformó el Estado mexicano, se consideraron diversidad de ilícitos, encabezados por el de traición a la patria que presenta una doble perspectiva; por una parte, el tratamiento en el ámbito civil, y por la otra, en el campo castrense; cualquiera que sea el régimen que defienda la integridad del territorio, lo importante es que se preserve la existencia del Estado; esto es lo relevante. En este tercer tomo de los Delitos en Particular, se examinan precisamente los Delitos contra la Seguridad de la Nación, los cuales se encuentran contenidos en nuestro Código Penal Federal, en el Título Primero del Libro segundo, constituyendo la coraza del Estado mexicano, más allá de sus fronteras; cuando se trata de provocar una guerra o favorecer al enemigo, se pone en peligro la independencia e integridad de la Nación, bien jurídicamente protegido.
