Un joven judío de clase media vive a fines del siglo XIX en un Berlín inquieto, ciudad que se convertiría en el caldo de cultivo más fecundo de la modernidad, hasta que tuvo lugar la terrible historia del final de la República de Weimar. La vida de este joven recorre, sin jamás detenerse, tal vez los setenta años más complejos de la historia de la humanidad. Fritz Perls se titula de médico en la Universidad de Friburgo, luego de haber participado por tres años como paramédico en las trincheras del frente occidental durante la Gran Guerra. Se forma como psicoanalista, aunque su alejamiento de Freud lo convierte en el primer disidente que abraza un pensamiento basado en la psicología gestalt, la teoría de campo y el holismo, creando una nueva forma de psicoterapia. En 1933 se traslada a Sudáfrica junto a su esposa Lore Posner, escapando del nazismo y el holocausto, para luego seguir viaje a Nueva York en 1945, donde inicia la difusión de la Terapia Gestalt. Veinte años después se instala en Esalen, la Costa Oeste de EEUU, y emprende la recapitulación de su vida. En esos años impulsó el movimiento de desarrollo humano y las psicoterapias humanistas en Esalen. Su legado intelectual sigue extendiéndose por el mundo gracias a su honestidad (que a veces llegó incluso a ser cruel) y genialidad.
