El día que murió Marilyn narra el itinerario vital de los protagonistas, dos jóvenes que tenían veinte años en 1962, y desarrolla un caleidoscopio formado por sus recuerdos de infancia y adolescencia durante los cincuenta y sesenta –el cine, los tebeos, la educación religiosa-, enfrentados al recuerdo de sus padres sobre la Barcelona de los años treinta y la guerra civil. Ésta es la novela más emblemática de Terenci Moix, considerada un hito genercional, un apasionante retablo valorado en su momento como declaración de identidad, manifiesto y principalmente revulsivo. Canto a la evolución de una ciudad –Barcelona-, doloroso análisis del paso del tiempo, crítica implacable de la España del franquismo, El día que murió Marilyn mantiene vivo el ímpetu de la juventud que hallamos en sus protagonistas.