En esta historia se muestra cómo las situaciones difíciles refuerzan más que nunca la unión entre hermanos.
En esta historia se muestra cómo las situaciones difíciles refuerzan más que nunca la unión entre hermanos.
Mambo y Maní son dos monos muy traviesos que fueron en busca de comida y acabaron secuestrados y encerrados en una jaula como atracción para los turistas. Los dos monitos estaban tristes sin sus papás, hasta que conocieron a sus vecinos: la creída iguana Crestita, el simpático perro Grunete, los pericos parlanchines...