Clara tiene nueve años y un pelo libre y suelto que de nada vale cepillar y acomodar, porque siempre hace lo que quiere. Cierto día que su mamá trata de domesticar su caballera y le ayuda a peinarse, le siente unas bolitas en el cuello. Ese descubrimiento da pie a análisis y revisiones médicas, y finalmente a un diagnóstico que provoca grandes cambios en la vida de Clara, pero también en la de toda la familia.