Estos fueron los últimos treinta y dos segundos de su vida. Cuando el pequeño avión, un CASA de doble motor de uso del ejército, despegaba del aeródromo, la mayoría de los siete pasajeros a bordo miraba por la ventana, pensando que eran afortunados. Pocas personas podían ver esta parte del mundo; muchas menos, la base privada del ejército que estaba construida ahí. En los mapas, no existía. En Google, aparecía permanentemente borrosa...