La arquitectura contiene una energía inherente e intrínseca capaz de inducir eventos e influir de manera profunda en las respuestas sociales, atributos que la distinguen de otras expresiones creativas. Cada concepción arquitectónica es afrontada como una situación particular que requiere de cohesión y balance. Se origina, repentinamente, con una idea formal y funcional inteligentemente desarrollada hacia la invención de un espacio construido en virtud de sus usuarios y cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida y la relación con el medio ambiente. Este ejemplar sobresale por la gran fuerza de diseño que presentan los arquitectos en sus obras al plasmar sensaciones espaciales, tendencias, juegos de color, luz y sombra y, sobre todo, su creatividad, caracterizada manifiestamente por su profesionalismo. Resulta indudable el valor de todas estas creaciones, por lo que es un orgullo poder aseverar que México está a la vanguardia del diseño arquitectónico, destacándose, incluso, a nivel mundial.