Este libro le quita lo aburrido a la palabra ética, pues es una ejemplificación de ésta pero sin rollos, sin autores, sin listas de obras.
Miguel Carmena se preocupa más por la vida que por la teoría, así que presenta una ética aplicada con base en anécdotas cotidianas y sencillas pero que te van a hacer reflexionar sobre los valores de la vida. Fue escrito para un amigo, por lo tanto es sincero, cercano, ameno y parte de experiencias que cualquiera puede sentir como propias.