Las relaciones que se tejen a través de las redes sociales son un fenómeno que nunca antes se había dado en la historia de la humanidad. En medio del creciente auge de dicho fenómeno surgen preguntas que versan sobre la gama de posibilidades que ofrecen, sin embargo ello implica que se descuiden los efectos sociales que conlleva su uso. Si bien es cierto que las redes permiten disminuir la distancia y acercar a las personas en el instante, también crean un desierto alrededor suyo, se convierten en barreras entre las personas, por lo que los usuarios pueden verse encapsulados en ellas de tal forma que la calidad de la convivencia con el prójimo ya no es cara a cara, sino un simple compartir un mismo lugar. Es ahí donde surge el interrogante de cómo abordar adecuadamente lo que las redes sociales generan en su despliegue en la aldea global. La argumentación de Ética y redes sociales es crítica y propositiva a la vez, está dirigida a considerar los múltiples aspectos que rodean el tema de la ética en las redes sociales digitales. La estructura de la obra tiene por objeto agrupar temas que recuperen diferentes problemáticas, con lo que se pretende aportar ejes de reflexión que permitan al lector enriquecer su análisis particular. Esta obra abunda en la paradoja que encierra el éxtasis de la comunicación, que consiste en la necesidad que tiene el hombre de considerar lo virtual como real. Lo interesante es que lo virtual va ganando terreno a lo real, mientras que lo real pierde lentamente su significado propio y lo va adoptando poco a poco de lo virtual. Ética y redes sociales tiene como premisa elemental que la crítica debe apuntar su mirada a los efectos que produce el uso de la tecnología en la sociedad, sin dejar de lado el importante papel que la ética juega en la vida social.
