La naturaleza nos ha dado un don inapreciable: la vida. Algo todavía de mayor estima es nuestra capacidad de concebir y entender esta naturaleza. La intención de este libro es estimular esa capacidad, abrir el camino al lector hacia nuevas ideas y conducirlo hacia una mejor comprensión de muchas de las cosas que probablemente le intrigan desde su niñez. Además de explicarle por qué el cielo es azul, de qué manera los planetas describen órbitas y cómo es que el Sol brilla, se pretende comunicarle la emoción, la belleza y el gusto de toda la física que cotidianamente lo rodea, que se encuentra en lo que hace y ve; invitarlo a disfrutar el descubrimiento y el conocimiento de que todos los diversos fenómenos que nos rodean están ligados entre sí de una manera bella por medio de unas cuantas relaciones: las leyes de la naturaleza. Estamos sujetos a estas leyes, como lo están, el azul del cielo, la caída de la Luna y el brillo de las estrellas. Porque no estamos separados de la naturaleza, sino que somos una parte muy importante de ella. Somos la parte consciente de la naturaleza que se está investigando a sí misma. La física es una ciencia básica; es la base de la química, de la biología y de todas las disciplinas científicas. Lamentablemente, el lenguaje matemático de la física a menudo desanima al estudiante. En este, libro el lector descubrirá que la física puede ser una experiencia agradable, en especial cuando -como aquí- se le presenta en un lenguaje sin matemáticas y directo, de una manera coloquial, no como si fueran matemáticas aplicadas.
