“El principal mérito de Solares como narrador es convertir a sus personajes en seres que nos refleja y retratan nuestras miserias y grandezas…” Vicente Quirarte. Hacia el final de su vida, complemente solo, Plutarco Elías Calles busca un trozo de la verdad que le permita morir en paz, aunque lo espere un espantoso purgatorio donde tendrá que enfrentar a los personajes que mando a matar: Francisco Serrano, el padre Agustín Pro, Alvarado Obregón… Cualquier horror es preferible a la nada, la disolución total, en la que, por alguna extraña razón nunca había podido creer, y ahora tras volver asiduo asistente a sesiones espiritistas, ha vislumbrado otro mundo y es confortado por los fantasmas de su pasado.
