Modernidad, ilustración: sus sílabas son las piedras angulares de la cultura de nuestros siglos, las referencias inobjetables en cuyo nombre el Occidente afirma su identidad y justifica sus proyectos y ambiciones. Al analizar el desconcertante panorama de la realidad mexicana, Octavio Paz señalaba como una de sus debilidades congénitas la tenue impronta del espíritu del siglo de las luces sobre nuestra cultura. Todos los esfuerzos de nuestras elites, todos los impulsos de nuestros reformadores desde hace más de dos siglos han estado encaminados a ponernos en sintonía con los valores encarnados por esas nociones que se han convertido en las coordenadas de un nuevo espacio sacralizado.