Buen humor, mal humor y hasta el humor de un doctor que prueba de su propia medicina… Para nadie es un secreto que Judy Moody quiere llegar a ser como Elizabeth Blackwell, la primera mujer médica. Por eso, Judy no cabe de la emoción cuando llega a la clase y se entera de que tiene que hacer un proyecto sobre el cuerpo humano. Entre esqueletos, cráneos, visitas al hospital y experimentos de clonación, los disparates abundan como bacterias y la risa es altamente contagiosa… ¡ni la mismísima doctora Judy Moody te va a poder curar!