Judy Moody no deja de ganar: ¡En el boliche, en el deletreo, en todo! Entonces su centavo de la suerte sufre un accidente catastrófico y ¡puf! ¡Adiós buena suerte! ¡Hola, C-A-L-A-M-I-D-A-D! ¿Acaso su buena suerte se fue por el retrete?
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