Cuando esta obra se publicó por primera vez, en 1979, Christopher Lasch fue aclamado como un «profeta bíblico» (Time). Su identificación del narcisismo no solo como una dolencia individual, sino como una floreciente epidemia social, era innovadora. Pero su diagnóstico de la cultura estadounidense es aún más relevante hoy en día, ya que predice la expansión ilimitada del yo narcisista, ansioso y codicioso, en todos los ámbitos de la vida. Lasch plantea que la evolución social del siglo xx dio lugar a una estructura de personalidad narcisista, en la que el frágil concepto de sí mismo de los individuos había dado lugar, entre otras cosas, a un miedo al compromiso y a las relaciones duraderas, a un temor a envejecer ?es decir, la «cultura juvenil» de los años sesenta y setenta? y a una admiración ilimitada por la fama y la celebridad ?alimentada por la industria cinematográfica y fomentada por la televisión?. En este enérgico trabajo, Lasch pide un regreso a la comunidad, a escuelas que enseñen historia y no autoestima, y lo hace de una manera imparcial, mirando las lecciones de la historia estadounidense.