Cuando cumple once años, Emilia Grosz está lista para su nuevo nombre, Mila, y para poner en práctica su mejor talento: provocarse miedo. Su gran oportunidad llega cuando sus papás la inscriben en un curso de verano. Allí, Mila decide mostrar a sus nuevos amigos lo fascinante y asombroso que puede ser el miedo cuando se le enfrenta con determinación.