Fue una mañana de agosto en Estocolmo que Greta Thunberg decidió que no podía ignorar más la situación del planeta: ¡el cambio climático era muy preocupante y todos actuaban como si no fuera su problema! Desde ese día nada volvió a ser igual.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información