En 1945, las tropas aliadas redujeron a cenizas el sueño del Tercer Reich. Ingleses, estadounidenses y soviéticos, sobre todo, se encontraron con el horror. El mundo tomó conciencia no sólo de las masivas matanzas y torturas, sino de las aberraciones que cometieron incontables médicos en aras de una supuesta ciencia, que tornaba animales de laboratorio a seres humanos considerados inferiores. La autora pasa revista a hechos y protagonistas de sucesos que no pueden dejarse en el olvido.