¿Quién hubiera imaginado que en aquel pueblecillo perdido en la montaña fuera a ocurrir lo que ocurrió? La apresurada construcción de una escuela supermoderna y el relevo del viejo y campechano maestro por un fascinante robot fueron los primero acontecimientos que hicieron saltar en pedazos la rutinaria vida cotidiana de Villalmendruco de Todo lo Alto.