-No para nada raro -contestó con mucha seguridad-. Tienes que pensar en algo durante todo el día, tu mente no puede estar todo el tiempo en blanco. Y pensar en comida, comidas que ya comiste o comidas que te gustaría comer o cómo preparar algo que quisieras comer... pues es agradable y fácil. Por lo menos, mucho más agradable que preocuparse por cómo tener éxito y ser muy popular o cómo lograr que la gente nos preste atención.