Las buenas obras eróticas están impregnadas de amor y erotismo, de amor para llenarnos de olores y de erotismo para hacernos vibrar hasta el éxtasis, tal como lo hace Georges Bataille en sus novelas eróticas que sumergen al lector en la seducción, las sensaciones y el sexo que están a flor de piel. El imaginario de este autor nos lleva a unos encuentros eróticos que desbordan los límites y nos hacen vivir la escena