El tránsito progresivo a la autonomía del pequeño de edad preescolar lo lleva a adquirir conciencia de su propio autocontrol de movimientos en los que requerirá aplicar su capacidad motriz fina, la cual irá desarrollándose a medida que se le presenten las oportunidades de ejercitarla y que lo conducirán a realizar trazos con mayor precisión relacionándose directamente con los procesos madurativos del cerebro de cada individuo y las experiencias que vaya adquiriendo. Mis primeros Trazos contribuyen a que el niño y la niña desarrollen estas habilidades cognitivas a través de la práctica del trazo de líneas rectas y curvas que son el antecedente para llevar a cabo la escritura correcta de las letras y alcanzar niveles de logro en su destreza para iniciarse en la apropiación del lenguaje escrito.