Miau, inscrita como el resto de la obra de Pérez Galdós en el realismo decimonónico, es un vivo fresco de España durante la Restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII. A través de la historia de Ramón Villamil, un burócrata desempleado que lleva a cabo duros esfuerzos por recuperar su empleo, así como de una galería de personajes grises e incluso grotescos, el autor recrea la decadencia de la sociedad de su tiempo, sumida cada vez más en la mesocracia y en una serie de convencionalismos religiosos que ponen en peligro los ideales revolucionarios y que encaminan al país entero hacia el desastre. Marianela relata el amor de una noble muchacha por un humilde joven ciego y el posterior desengaño que sufre, cuando éste, al recuperar la vista gracias al progreso que llega a su pueblo, ingratamente abandona a su amada y fiel lazarilla, cegado por un mundo que se le revela deslumbrante. Se trata, sin duda, de una obra disidente, pues, si bien en esta ocasión el autor español no dirige su crítica a la política o a la religión, cuestiona las idílicas promesas del progreso al plantear las reacciones adversas que éste puede acarrear.
