Al descubrirse el Digesto del emperador Justiniano, recopilado en el Oriente en el siglo VI de nuestra era, y que el Occidente sólo conoció hasta el siglo XI, las sentencias de los jurisconsultos romanos fueron objeto de enorme admiración, a tal grado que si se consideraba que la Biblia era la razón divina, las Pandectas o Di-gesto de Justiniano eran la razón escrita que cautivó toda la baja Edad Media. Si examinarnos la influencia del Derecho Romano en el Código Civil de 1928, se tiene que hacer referencia no a un fenómeno de recepción, el cual acaeció en los pueblos europeos, sino a un fenómeno de Principios de la Ciencia del Derecho Civil. Los objetivos del presente estudio se encaminan en primer lugar a hacer una revisión de estos antecedentes históricos y enseguida a presentar un resumen de los Principios de la Ciencia del Derecho Civil.
