Los papás de Lenny, un niño súper travieso, siempre le decían que lo iban a mandar allá lejos si no se portaba bien, Y SE LO CUMPLIERON.
Querían vacacionar a gusto sin que les diera lata, así que Lenny fue a parar durante todo el verano a un orfanato muy locochón. Tras la sorpresa inicial, Lenny y sus nuevos amigos se dan cuenta de que ahí hay gato encerrado, pues todo funciona al revés y pueden hacer diabluras cuando quieran. No se parece nada a un orfelinato normal, así que los niños se empeñan en descubrir el misterio.