Tradicionalmente, la verdad histórica se ha establecido a costa de las clases populares, cuando es el pueblo el que carga -siempre- con el peso de la historia, desde los grandes imperios de la Antigüedad hasta un siglo XX devastador y aciago. Esta brillante y original obra describe, sin embargo, el curso de la historia de la humanidad como una narración protagonizada por la gente común, esos seres anónimos que, en su cotidianidad y con su lucha diaria, forjan el destino de civilizaciones enteras.