Leer teatro es un acto difícil”, afirma la doctora Norma Román Calvo, comparando la literatura dramática con la narrativa, porque en ésta el autor suele llevar de la mano a quien lee y en la primera el lector deberá hacer uso de su imaginación para representar en su mente el espectáculo teatral como se vería en un escenario. Para leer un texto dramático es necesario el conocimiento y análisis de géneros, estructuras, personajes, tiempos y lenguajes, entre muchos otros elementos, y se requiere de herramientas que no siempre es fácil encontrar porque aparecen en libros, sea agotados o que están en otro idioma, pero que son de difícil acceso. De Aristóteles a Grotowsky y de Gremias a Ubersfeld, entre otros, Norma Román Calvo ha elaborado el primer texto que reúne en un único volumen los preceptos de la literatura dramática. Es por ello un texto obligado para todo lector –tanto el aficionado que se acerca al teatro en un acto de curiosidad o simpatía como el estudiante comprometido con el arte dramático o la cinematografía- que desea lograr una lectura completa y profunda de una obra escrita para ser representada, y más aún para quien desea llevarla a su máxima expresión: la puesta en escena.