¿Qué pensarías si tu hermana mayor pierde el apetito, parece estar como hipnotizada y sólo escucha música cursi? ¿Estará poseída? Eso pensó Andrea cuando Ana Laura comenzó a actuar así. Debía librar a su hermana de ese terrible hechizo llamado amor. Andrea nunca imaginó que sería muy complicado, pero también muy divertido