Un documento virreinal temprano, publicado con el nombre de Histoire de Mechique, recoge un mito de los pueblos nahuas que señala como origen del maíz el cuerpo de un dios. Relata el mito que dos dioses, él llamado Piltzintecuhtli, ella Xochipilli, tuvieron por hijo a Cintéotl. El dios hijo se hundió en la tierra para producir diferentes vegetales útiles al hombre. Así, de sus cabellos nació el algodón; de una oreja, la planta llamada Huauhtzontli; de la nariz, la chía; de los dedos, los camotes, y del resto del cuerpo, otros muchos frutos. El más importante de todos, el maíz, brotó de las uñas del dios. A su creación más destacada debe el dios su nombre principal, Cintéotl ("el dios mazorca"), al que agregó el de Tlazopilli ("el señor amado"), debido al enorme valor de su herencia. Alfredo López Austin.