SOY LA ORILLA DE UN VASO DE CORTA SOY SANGRE

SOY LA ORILLA DE UN VASO DE CORTA SOY SANGRE

Editorial:
LABERINTO EDICIONES
Materia
L i t e r a t u r a
ISBN:
978-970-95454-0-1
Páginas:
182
Encuadernación:
Rústica
$180.00
IVA incluido
Stock NO garantizado por baja existencia
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Soy Henry Charles Bukowski, y nací la tarde del 16 de agosto de 1920, en Andernach, Alemania. Soy poeta, y mi padre era un necio que gritaba: ¿Cómo has podido hacerle esto a tu madre? Mi madre gimoteaba y decía: ¡ Has traído la verg?enza sobre nosotros! Mientras yo pensaba es sólo la travesura de un niño poniendo fin a la humillación. Soy Henry Bukowski, cuantas veces habré dicho esto; no lo sé, pero hoy quiero agregar que soy lector de John Fante, y hace muchos años descubrí la biblioteca del barrio, estaba en el viejo edificio de piedra marrón, entre los boulevares Washington y Adams, muy cerca de la calle 21 y la avenida La Brea, era un paraíso. Soy el universitario que leyó Dago Red, el que un día escribió La senda del perdedor, el que auyentó el miedo de la correa de su padre cuando era azotado en el cuarto de baño, soy Bukowski, el que lo miró a los ojos y advirtió que ya no despedían fiereza, sino que parecían vacíos y evitaban los míos. Soy el hombre del acné; el poeta del acné, el cuentista del acné, el novelista del acné, el monstruo, el que se pasó todo un día en el Hospital General del Condado de Los ángeles, para que le dijeran vuelva mañana, soy Charles, el que volvió al día siguiente para que un grupo de médicos lo observara -como se observa a un bicho- y uno dijera: es el peor caso de acne vulgaris que he visto en mi vida. Soy quien bebió g?isqui a su antojo en los céntricos bares de Los ángeles, el escritor que inyecta sangre y "belleza", soy la bestia, soy un hombre de palabras, soy la humedad de la noche; la caída vertiginosa del mundo, el rebelde que rió de su padrecuando le decía que debía ser ingeniero para ganar mucho dinero, soy quien junto a Hemingway exploró las corrientes subterráneas del corazón del hombre. Soy Besirabok, el poeta que pasó toda la noche mirando la fiesta de graduación a través de la tela metálica de la ventana, soy el hombre de la barra que mira a esa joven hermosa con un ponche en la mano susurrando a la oreja de su acompañante. Soy quien vea muchos hombres muertos, recibiendo ordenes con una sonrisa de imbéciles, serviles y encantados de serlo. Soy Charles Bukovvski, soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre.

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