Pocas situaciones son tan dolorosas como la muerte de un ser amado. Cuando un familiar se encuentra en etapa terminal, nos invaden muchas emociones, recuerdos, confusión, la angustia de no volver a verlo. Pese a ello, debemos sacar fortaleza para procurar a nuestros seres queridos un final digno, con atención adecuada, en un entorno de amor. Eso implica resolver cuestiones prácticas: ¿qué aspectos médicos hay que considerar?, ¿dónde los cuidarán mejor?, ¿qué documentación será necesaria?, ¿cómo afrontar temas religiosos?, entre otras. Este proceso también nos ayudará a apreciar la vida, a prepararnos para despedirnos en paz y con esperanza.