En este libro, Sheridan arma los fragmentos de una autobiografía que escribió sin proyecto, pero sin titubeos. Un autorretrato que se teje casualmente con los materiales de la infancia, el árbol genealógico, las sosegadas aventuras de la edad adulta, los libros, y todas esas experiencias que se asientan en el cuerpo y el espíritu, destanteando al individuo.
El sótano de la casa de los abuelos, un primer empleo como ayudante de carnicero, las lecturas prohibidas, los enamoramientos condenados a la desventura. Los grandes escenarios (Monterrey, París, Londres, Ciudad de México) y los pequeños paisajes (playas, carreteras, estudios, despoblados) en que suceden las peripecias. Los escritores que, en encuentros fugaces o amistades duraderas, han marcado a quien narra: Vargas Llosa, Rulfo, Paz, García Márquez, Segovia. Reflexiones sobre la ciudad, el lenguaje, la vejez, los encuentros y desencuentros que moldean la moral y las ideas.
Toda una vida estaría conmigo es un recorrido por la azarosa, entrañable galería de la memoria que vuelve y da sentido y orden al caos del presente. Un libro donde cada recuerdo es la cifra de un mapa hospitalario que invita a recorrerlo.
