Cautelosa y conservadora, Molly Driscoll sigue trabajando en el mismo hospital de la costa de Jersey en el que completó su formación como enfermera. Cuando a su ahora ex marido, Jason, se le diagnostica un cáncer, Molly intenta convencerlo de que se someta a una quimioterapia. A pesar de sus problemas en el pasado, Molly se ofrece para hacer algo igualmente sobrecogedor a cambio de que Jason acepte someterse al tratamiento. Abandona el trabajo, cambia su Honda Civic por una motocicleta Harley Davidson y se convierte en “enfermera itinerante”. Sus misiones la llevarán a descubrir las espectaculares tormentas y los bares de moteros de Nueva Inglaterra, la serena belleza y los billares llenos de humo de Carolina del Sur, y el ajetreo febril de un centro de atención en Cayo Hueso. A lo largo del camino, Molly se enfrentará a difíciles pruebas, topará con un posible acosador y conocerá a un compañero muy peculiar. Ralph es, como ella, un enfermero itinerante y un fan de la moto americana por excelencia. Pero, además, asegura ser un ángel. La autora de Dios vuelve en una Harley nos sorprende con una nueva aventura que dejará huella en el corazón de los lectores.