En nuestra sociedad nos medimos y calificamos por el tamaño: de la cartera, de las marcas de ropa, del televisor, del auto, de los senos, de las nalgas. Parece que se nos ha obligado a desempeñarnos con base en los tamaños y eso ha influido en nuestra sexualidad. Al adentrarte en las páginas de este libro reflexionarás sobre algunas preguntas: ¿Tienes el tamaño correcto? ¿Para qué? ¿Qué sabes hacer con tus medidas? ¿Cómo se relaciona esto con tu sexualidad? Te invito a hablar del tema sin miedo, sin tabúes ni mentiras. ¡El tamaño de nuestro sentir, en ese aspecto, sí importa y mucho!