Este no es un libro más sobre la Guerra Civil española. Al contrario, es un libro que no abunda en datos innecesarios, sino que relata lo ocurrido durante los tres años de locura homicida, dejando al lector que por sí mismo decida quiénes eran los buenos y quiénes los malos. No obstante que su autor, Juan Eslava Galán, es un novelista consagrado, esta no es una novela, porque desafortunadamente todo lo que aquí se cuenta en efecto ocurrió, incluso las pequeñas anécdotas que espantan, y también las que provocan risa. Por fortuna, se lee con el interés que suscita una buena novela. Así, el lector no solo acompaña al joven general Franco en su camino de labrarse el porvenir y labrar también el de 40 millones de españoles, sino a los ciudadanos anónimos a quienes la guerra marcó para siempre, como la niña Carmen Tejero García, que hoy tiene nietos y todavía siente en el calor del verano la bala que tiene alojada junto al corazón. Y también podrá el lector aprender la receta de la tortilla de patatas, sin patatas y sin huevos, que se consumía en el Madrid acosado por el hambre.