El camino que debemos emprender para eliminar la violencia hacia las mujeres y niñas es aquel encaminado hacia la equidad. Ese trayecto es necesario construirlo entre todos. Transitar por esa vía implica una conversión de los valores y creencias con respecto a lo que "se espera" de los hombres y de las mujeres mexicanas; nos demanda una transformación de la forma particular de ver y entender nuestra cultura