Cuando sea grande quiero ser VETERINARIA, pero a mamá no le gusta que Nada se haga popó en la sala, lo que significa que nunca me dejará tener otra mascota. Ni siquiera una pequeña, chiquitita minimascota.
Es cierto que tengo a Bathilda Brown, mi hermosa aunque invisible perrita, que se la pasa tirando baba, pero si quiero llegar a ser toda una veterinaria profesional algún día, voy a necesitar montones de animales a los que de verdad pueda ver.